viernes, 14 de mayo de 2010

Abstraido

Abstraido...
Por: Fast-Ame

Muchas veces te pierdes, pero siempre hay un dulce regreso.

Pienso mucho en lo que pudo haber ocurrido si no hubiera corrido en ese momento. Ya estaría en el quinto sueño supongo... mejor no pienso en ello, puede que salga corriendo. EL punto es que aquello se veia cada vez más mal, y no podía ni creerlo. Una forma amorfa caminando hacia ti, vociferando y asegurando la continuidad de su función... la continuidad para que sea, para que exista... para eso fue definido. Yo simplemente me pare y, sin más, sólo corrí. Creo que rompí la definción y, aquello, se conviertió en absurdo.

Pero siempre hay un dulce regreso...

lunes, 3 de mayo de 2010

Cinco cigarrillos...

CINCO CIGARRILLOS...
Por: Fastamin

Cinco cigarrillos llevaba
el hocico me apestaba a nicotina
pero no paraba
sólo no podia parar.

Quizá fue una luz,
fulgurante, tenue, contradictoria.
Pero no podía creerlo
de verdad aquello
se convertía en estrella.

Tenía ganas de aplastar perros
ganas de resucitar aves
ganas de desintegrar el tiempo
y congelar aquello
para siempre
quizá, sólo hasta hartarme.

Cinco cigarrillos y despues nada
tome mi chamarra, mi casa
me retiré de ahí
jamás supe si se convirtió en estrella.
Cinco cigarrillos...

domingo, 2 de mayo de 2010

Pero, nada.

PERO, NADA
Por FastamE

Pero, nada, todo ocurrió como una nada, en medio de un pero, rompiendo el ritmo, insultando el tiempo.

Insultar al tiempo, peor que una blasfemia. ¿Por qué Amanda...? por qué. Muchos opinan, que no sabía lo que hacía. Hacer... ¿quien sabe lo que se debe de hacer?, quizá un sabio (que nadie venga a decirme que él era un sabio), un guía espiritual (¿debería ésto ser una blasfemia mayor?). Amanda sólo era una inconforme más, una entre tantos, entre millones quizas, pero también era una inconforme única. La unidad de la inconformidad, era como el significado de unidad, era uno. Ese uno era ella. Si ella hubiera sido avisada del peligro que corre aquel al que al tiempo trata de dañar, quizá no habría dicho nada.

Intenten imaginar. Un reloj de pared, una pared color durazno de una habitación bien iluminada y con el don de la tranquilidad, del orden. Todo aquello dispuesto como lo quería. Aquel reloj era legendario, era bastante bonito y además brillaba en la oscuridad. Sus manecillas imprimian cierto cariz de coquetería en el. Amanda amaba el estar cerca de su reloj, le encantaba el tic tac, la insitaba a soñar, a imaginar. En su sueño todo era muy parecido que lo dispuesto en su cuarto, a diferencia de que no estaba su cama, y la ventana estaba algo reducida. Ese reloj ahí continuaba. Amanda extrañada en su sueño se dijo, que raro, algo de mi cuerto desapareció. Estando en su sueño, puede hacer lo que quiera, y volvió a dormir y comenzó a soñar en su sueño. Ahora el cuarto tenía menos iluminación y desapareció su puff donde se encontraba sentada, el reloj continuaba allí. Volvió a dormirse y otro sueño en su sueño del sueño la llevo a una habitación donde la luz, casi no entraba ya que su ventana era ridiculamente pequeña. Sin embargo subisistía la puerta y la podía localizar, porque se veia luz en el trecho de la puerta y la pared, entre la puerta y la nada. El reloj, continuaba ahí, y ya sus manecillas brillaban. Volvió a dormir y ahora nada de luz, salvo los trechos de la puerta. El reloj brillaba como una estrella nunca lo hubiera hecho. Amanda extrañada y con miedo intento despertar, no pudo. Comenzó a gritar y nadie la escuchaba, pronto se dió cuenta que se enecontraba en absoluta soledad. Sólo ella y su reloj coqueto. Sólo escuchaba su respiración y ese tictac tan "hermoso" ahora tan fúnebre. Amanda intento quitar el reloj, y quitarle las pilas para eliminar ese ruido infernal, pero aun sin pilas seguia el ruido. Amanda no sabía que hacer. Pisó frenéticamente el reloj y, el reloj seguía igual, incluso, como si se tratara de una muy mala broma, aumento el volumen de su tic tac. TIC TAC, TIC TAC!!! sólo eso. Amanda gritó con desesperación y dijo "¡ya! ¡por favor ya no existas! ¡ ya no me molestes y dejame regresar!" una voz en su interior le dijo, no intentes eliminar el tiempo, es invariable. Amanda respondió "¡¿Quién esta allí?! ¡¡sacame de aquí por favor!"!. No hubo respuesta. Ella corrió a la puerta y con dificultad logró encontrar la chapa, cuando abre la puerta, observa un mar de nada. Ella gritando vuelve a entrar al cuarto. Grita y llora y una voz en su interior "escoge, la nada o el tiempo" Amanda casi no lo creia, pero ese Tic tac... ese tic tac...

Pasó una semana desde que Amanda dormía, sus familiares abrieron la puerta a la fuerza y se encontraron con una persona, dormida, con una sonrisa sin igual.